Existe una tensión entre el mundo científico y el religioso; si el creacionismo bíblico literalista, no es sostenible porque los descubrimientos científicos lo hacen no viable; y el evolucionismo materialista se muestra cada vez más impotente a la hora de explicar la complejidad del universo y el origen de la vida ¿cuál es la salida?
Este libro plantea una tercera vía: la del diseño inteligente. Defiende la idea de que el adn, así como las demás estructuras y procesos fundamentales de la vida, se deben a la acción de un diseñador inteligente, y que la investigación de este diseño inteligente se impondrá, tarde o temprano, como disciplina científica, pese a los esfuerzos de los científicos ateos para evitarlo.
La ciencia no puede ni debe ir más allá, ya que su método la hace incapaz de escudriñar la identidad del diseñador. Para seguir este sendero de la identidad del diseñador, hay que darle la mano a la teología; uniendo el esfuerzo de ambas, que hasta ahora se han visto como enemigas, se hace posible llegar A Dios por el ADN.
Un libro científico que une los avances de la biología, en relación al descubrimiento de la cadena del ADN, con la evidencia científica que intuye que las leyes del universo, así como las de la vida en la Tierra, son el producto de una actividad inteligente y no de la casualidad.
