Tres jóvenes herederos, que fueron encarcelados por un tío sin escrúpulos, escaparon: al mar, a las calles, a la batalla en tierras lejanas, esperando el día en que regresarían para reclamar lo que les pertenece.
Sebastian Easton juró que vengaría la juventud y el título que le fueron robados. Ahora de regreso en Londres, el Duque de Keswick, quien ha regresado de la batalla como un hombre lastimado, endurecido y cambiado, no puede olvidar a la valiente joven que una vez las rescató a él y a sus hermanos de una muerte segura.
Lady Mary Wynne-Jones pagó caro por ayudar a los jóvenes prisioneros Lords of Pembrook, y ella recuerda muy bien la promesa que le hizo a Sebastian hace tantos años: encontrarse con él una vez más en las ruinas del monasterio donde compartieron un beso atrevido y prohibido. Aunque Mary está ahora comprometida con alguien más, no puede ignorar una amistad forjada con oscuros secretos. Una pasión inesperada arde peligrosamente entre ellos, tentando a Sebastian a abandonar su búsqueda por retribución y pelear por un amor que una vez más podría hacerle libre.