La inquietud por encontrar la felicidad nos puede llevar por caminos tortuosos y oscuros. No son pocos los que se aventuran en jornadas que después se demuestran sin efecto. La deseada alegría y paz, no estaban al final de una noche de promiscuidad, de un éxito profesional o de una conquista material. Jesús, como cuenta en los evangelios, detectó ese sentimiento y dijo: Le basta a cada día su propio mal, desarmando nuestro espíritu que está siempre aprehensivo con la suerte que nos reserva el día.
No obstante, el día a día es, en muchas ocasiones, de pesar. Y los días, sabemos que no son fáciles. Es un mundo marcado por el dolor y la tristeza. Mañanas de tormentas, catástrofes naturales, tempestades y decepciones. La naturaleza gime, las personas gimen y el Espíritu Santo, el Dios que habita en nosotros, está gimiendo, dice el pastor Hernandes Dias Lopes en el libro devocional Gotas de alegría para el alma.
Con gran sensibilidad, Hernandes visita las Escrituras buscando esperanza y alegría, antídotos a los sombríos pronósticos. Son 365 mensajes, uno para cada día del año, donde el autor trae mensajes cortos y directos. Exposiciones bíblicas capaces de iluminar la vida y cambiar el humor del día.