La importancia de educar como una función profética es, sin duda, un tema crucial y de máxima actualidad. En un entorno eclesial un tanto caótico y alarmante, donde numerosos autoproclamados profetas con falsas predicciones, doctrinas dudosas y, a veces incluso, conductas cuestionables ponen en entredicho la realidad de ese ministerio bíblico y desacreditan ante el mundo la imagen del verdadero evangelio.
El presente libro afirma que, en base al texto de las Escrituras, la función profética es algo mucho más amplio y complejo y abarca no solamente la denuncia del mal, sino también el llamado al arrepentimiento, el anuncio de juicio para el pueblo de Dios y para sus enemigos, el anuncio de restauración después del juicio y la presentación de una nueva realidad futura acorde con los valores del Reino de Dios.