¿Falta algo fundamental en los programas de su congregación?
Detrás de los programas y actividades de las iglesias yace la cuestión fundamental de cómo capacitar a líderes y a iglesias a discernir y a su vez cooperar con obediencia con la dirección y facultad del Espíritu Santo.
Ya que el Reino de Dios es una expresión activa de Su reino sobre la tierra, su extensión y consumación se llevan a cabo en la medida que individuos e iglesias buscan y se someten a la voluntad de Dios y a sus propósitos.
Poder del Espíritu Santo y El Crecimiento de la Iglesia ofrece una guía práctica para fomentar el proceso cooperativo dinámico en las iglesias, y está inspirada en una amplia experiencia compilada a nivel mundial.
Muchos líderes pasan por alto la condición previa y necesaria de discernir y cooperar con la voluntad facultativa del Espíritu Santo antes de llevar a cabo sus planes. Pero entonces, ¿cómo se puede lograr esto?
Para facilitar este proceso se utilizan siete dinámicas.
Estos factores, fomentados por el liderazgo de las iglesias y concebidos por el Espíritu Santo, ayudan a las congregaciones a emprender tareas vitales como la predicación/enseñanza, la adoración, la sanidad, el gobierno, el discipulado de conversos, y el evangelismo.
A medida que los creyentes cooperan de forma activa con el Espíritu Santo, la iglesia se fortalece como anticipo al Reino de Dios.