En El Maestro de las emociones, segundo libro de la colección Análisis de la Inteligencia de Cristo, Augusto Cury estudia las emociones de Jesús y explica como él fue capaz de soportar las mayores pruebas en nombre de la fe. A través de su historia, Jesús demostró que es posible encarar el dolor con sabiduría. Él tenía todos los motivos para desistir de su llamado y convertirse en una persona encerrada y agresiva, pero, a pesar de eso, fue un ícono de celebración a la alegría, a la libertad y a la esperanza. El ejemplo de Jesús nos ayuda a mejorar la calidad de vida y a prevenir enfermedades psíquicas como la depresión, la ansiedad y el estrés. Analizar su brillante comportamiento enciende la lámpara de nuestra consciencia y nos hace personas más abiertas para las infinitas maravillas de la existencia.