Tu vida fue diseñada para mucho más que para la acumulación de cosas o la realización de tareas diarias. Fuiste creado para una aventura de confianza. La aventura empieza al abandonarse, dar un salto de fe y decirle que SÍ al Dios que te ama profundamente.
Con franca honestidad Kay Warren va directo a la esencia del asunto: rendirse valientemente. La jornada de Kay la ha llevado desde su barrio a poblaciones rurales, burdeles mugrientos, santuarios para los moribundos, hasta los corredores de mármol del poder. En un mundo quebrantado y sufriente como este, Dios también puede usarte a ti. Solo tienes que dar el primer salto.