En el desarrollo de un líder hay dos partes. La primera es la parte de Dios, que es fácil de entender porque Él nunca cambia. Son nuestras decisiones, actitudes y la manera en que respondemos a Dios las que hacen la diferencia. En su libro Corazón de campeón, el autor Juan Vereecken nos comparte los principios clave para ser un gran líder y cómo podemos influenciar a los demás a hacer lo mismo.