Reconozco que no soy Dios. Admito que no tengo el poder para controlar mi tendencia a hacer lo malo y que mi vida es inmanejable. "Dichosos los pobre en espíritu."
En una forma sincera creo que Dios existe, que le intereso y que El tiene el poder para ayudarme en mi recuperación. "Dichosos los que lloran, porque serán consolados."
Conscientemente decido comprometer toda mi vida y voluntad al cuaidado y control de Cristo. "Dichosos los humildes."
Una apertura para un autoexamen y confesión de mis faltas a Dios y a alguien en equien confio. "Dichosos los de corazón limpio."
Para que Dios pueda hacer los cambios en mi vida, me someto voluntariamente a El y con humildad le pido que renueva mis defectos de carácter. "Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia."
Evaluó mis relaciones. Ofrezco perdón a aquellos que me han dañado y enmiendo los daños que he ocasionado a otros, excepto si al hacerlo les dañara a ellos o a otros. "Dichosos los compasivos. Dichosos los que trabajan por la paz."
Reservo un tiempo diario con Dios para una auto evalución, lectura de la Biblia y oración para conocer a Dios y su voluntad para mi vida y obtener el poder para cumplirla.
Al rendir mi vida a Dios para ser usada puedo llevar estas Buenas Nuevas a otros, tanto con mi ejemplo como con mis palabras. "Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, por que el reino de los cielos les pertenece."