El trabajo extensivo de Bailey en la cultura campesina del Medio Oriente le ha ayudado en su intento de determinar las suposiciones culturales a las que habría llegado su audiencia al contarles las parábolas. Los mismos valores que comunicaron las parábolas en el tiempo de Jesús, sugiere Bailey, pueden ser descubiertos hoy en comunidades aisladas en lugares como Egipto, Líbano, Siria e Irak. Al explorar las visiones mundiales sobre estas culturas, es posible discernir, por ejemplo, lo que significó hace dos mil años atrás para un amigo venir a llamar a media noche, o que un hijo pidiera su herencia antes de que su padre muriera. A través de una combinación de análisis literario y cultural, estos estudios logran una gran cantidad de profundos avances en la interpretación de las parábolas de Jesús.