Después del recorrido en la montaña rusa emocional de lidiar con la infertilidad, Kate y su esposo, Jon, se alegraron con el nacimiento de sus gemelas. Tres años después, estaban encinta de nuevo: con sextillizos. Su aljaba se estaba llenando rápido un ápice demasiado rápido y feliz no fue exactamente su primera reacción.
Parpadeé fuertemente y luego me quedé contemplando la brillante pantalla colocada ligeramente a mi derecha. No había error en lo que estaba viendo; y sin embargo yo estaba en un estado de negación. El Dr. Munabi empezó su fatídico conteo. Uno . . . ah. Dos . . . qué bien. Tres . . . ahora me asusté. Cuatro . . . empecé a gimotear histéricamente. El escalofrío de la realidad me recorrió el cuerpo mientras contemplaba a mi esposo, mi mejor amigo, porrista, y almacén de fortaleza, lentamente caer de rodillas a la cuenta de cinco . . . pero el conteo continuó.
Y así empezó. Aunque los animaron a que consideraran la reducción selectiva tanto por causa de la salud de Kate, como para aumentar las probabilidades de supervivencia de los nenes los Gosselin optaron por aceptar las cartas que Dios les había dado. Aceptaron las seis milagrosas bendiciones y todos los retos que venían con ellas.
Después de luchar con el embarazo y alumbramiento de todos los seis nenes, y luego vérselas con meses de cuidado intensivo neonatal, Jon y Kate pensaron que habían pasado la parte más difícil de la jornada. Ni en sueños. Días llenos de estrés y noches sin dormir se convirtió en su mundo mientras ella y Jon se las arreglaban para dar de comer, bañar, vestir y monitorear la salud de sus frágiles infantes sin perder de vista su amor del uno para el otro y por las gemelas.
Cándido, honesto y rebosando de emoción, Múltiples bendiciones es primero y primordialmente un relato de fe. Es el relato de enfrentar penosamente retos agotadores, vérselas con reveses, y confiar en que Dios proveerá la fuerza y resistencia para sobrevivir cada día.