Beatriz dedicó toda su vida a cumplir su único sueño, el cual era ser una escritora exitosa y reconocida. A sus cuarenta y cinco años, sus largas horas de trabajo se vieron recompensadas con el Premio Cervantes de Literatura, premio que alcanzó después de tener una vida llena de noches que transcurrieron en soledad con la única compañía de un vino y música. Han pasado veintitrés años desde que terminó con su novio Santos, con quien había disfrutado de una bella relación. En el avión que la lleva a Madrid para recibir su premio, Beatriz se reencuentra con Santos y juntos rememoran momentos que ninguno ha olvidado. Al saberla merecedora del prestigioso Premio Cervantes, Santos le pregunta a Beatriz «¿valió la pena?».